Abrir los brazos al amor

Todo está conectado. Se dice que no cae una hoja ni un niño es abandonado sin que todos, de algún modo, resultemos afectados. Debemos de aceptar el hecho de que el mundo es pequeño y que, a medida que pasa el tiempo, se va haciendo perceptiblemente más pequeño. Ya no existe un lugar donde podamos escondernos de los demás.

No existe una pared lo suficientemente alta o fuerte como para separarnos de la soledad y la desesperación de nosotros mismos y de los que nos rodean. Aunque nos convenzamos de que no necesitamos a los demás, ellos nos necesitan tanto como nosotros a ellos.. El amor es la unión más eficaz entre todas las cosas. Tiene el poder de iluminar, cicatrizar, unir, enriquecer, restaurar. Todo lo que necesitamos es permanecer abiertos a él.

No importa si a veces vivimos experiencias dolorosas que nos llevan a pensar que todo fue un tiempo perdido. Ningún tiempo es perdido si aprendemos a crecer a través de él y adquirimos  plena conciencia de que se puede comenzar de nuevo, liberando el pasado siempre en amor y abriendo los brazos a todo lo bueno que esta por llegar.

Namaste.

Extraído de la red.