La Cuaresma, es un tiempo de transformación, un tiempo para expresar desde nuestro centro, el Sol que somos. Es un espacio de tiempo donde fortalecemos nuestros lazos, nuestra conexión con el Padre Creador.
Para la Iglesia católica, La Cuaresma dura 40 días; comienza el miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, los católicos buscan recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes. Es un tiempo de reflexión, de conversión espiritual; una invitación para cambiar de vida, recorriendo el camino hacia Jesucristo. Esta tradición se basa en el numero cuarenta de la Biblia, simbolizada a través de un sin número de relatos, marcados por un lapso de tiempo específico que van desde la marcha del pueblo judío por el desierto, los días de Moisés y Elías en la montaña, los 40 días que paso Jesús apartado antes de comenzar una vida pública y muchos más.
Según se nos señala el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades. Esta práctica antigua, se basa entre otras cosas, en el ayuno y la abstinencia. El miércoles de ceniza marca el inicio de este tiempo y se simboliza a través de la imposición de la misma sobre la frente, representando el transito del ser humano por la tierra, lugar provisional y cuyo estado de gracia y paz se alcanza al elevarnos al cielo.
¿Por qué no aprovechar este tiempo donde las energías de una gran parte de la humanidad ponen la intención y el corazón en un espacio de recogimiento y auto evaluación? La Cuaresma puede representar la oportunidad de crecer espiritualmente, un tiempo de desarrollo interno y sincerar nuestros sentimientos.
Desde mi punto de vista, es un tiempo de renacimiento, bien podría decirse es como un cambio de estación, donde nos preparamos para florecer como lo hacen los árboles en primavera.
Aprovechemoslo para dejar atrás los hábitos que nos retrasan, que nos hacen peso. Dejemos ir todo aquello que impide actuar al Universo, a las fuerzas de Luz, a Dios o Gran Espíritu, cual sea el nombre que elijas. Renazcamos como los Seres de Luz que somos, transformemos nuestras vidas y por ende el mundo exterior, que no es más que un reflejo de nuestro interno.
En estos días de recogimiento, te invitamos a realizar prácticas espirituales de ayuno silente, de afirmaciones positivas o meditaciones que incluyan visualizaciones que muevan la energía del perdón y el amor.
Algunas sugerencias:
-Colócate en posición cómoda, respira profundamente.
-Conecta con la fuerza de luz de la más alta dimensión. Dios.
-Visualiza un rayo de luz blanco brillante que desciende sobre ti y llena todo cuerpo y todo tu espacio.
-Relájate y realiza varias respiraciones visualizando la luz violeta.
-Siente como esta luz extrae todo lo negativo y sana tu cuerpo por dentro, por fuera y en todos los planos.
-Pongamos la intención en sustituir estos espacios con luz, sentimientos de abundancia y plenitud en nuestras vidas y en la de los demás.
-En la quietud del momento, trata de sentir los latidos de tu corazón. Deja que tu mente se concentre en este sonido. Esta luz poderosa de color violeta va transmutando y transformando todo lo que necesite ser sanado. Busca identificar todo aquello que desees extraer de tu vida, mente y tu corazón.
-Mantén este estado de relajación profunda a través de la respiración y decreta que esta luz eliminara toda injerencia negativa en ti, todo pensamiento negativo, influencia, sentimientos de dolor, de tristeza y desarmonía.
Afirma:
“Yo amo incondicionalmente, soy paz y armonía. Dios satisface toda necesidad de mi Ser, calma mi Alma y está conmigo cada minuto del día. Mi vida está llena de verdad, sabiduría, amor y compasión. Todo lo puedo, porque El me envuelve con su poder y su luz. Todo es posible en orden divino, mi vida está llena de milagros. Yo soy un milagro.”
Tomate el tiempo que sea necesario en este proceso y repite este ejercicio tantas veces lo desees, puedes adaptar, cambiar o modificar de acuerdo a tus necesidades. Lo importante es que aproveches las energías de estos días de intento colectivo y des un giro a tu vida.
En Taller 11:11, te invitamos a unirte a nuestras meditaciones todos los miércoles a las 8:00 p.m. y compartir juntos este proceso de crecimiento interior!
¡Buena práctica!
Om Shanti
MiliZen