El Tai Chi se considera al universo como vasto e ilimitado. No hay principio y no hay fin. Si hay límite, ¿dónde está la frontera? Y si hubiera frontera ¿qué hay del otro lado?
Según el taoísmo y el pensamiento antiguo chino, el Yin y el Yang son las dos fuerzas opuestas que rigen el universo. Ambos principios conforman la potencia vital universal y de su unión surgen los cinco elementos que, a su vez, dan vida a todo lo existente, a la historia y al tiempo.
El antiguo sabio Fu Xi, al observar la naturaleza y la vida, pudo notar que existían dos fuerzas y las catalogó en dos categorías. Aquellas que están en movimiento agresivo, vigoroso y aquellas que no se mueven, están tranquilas, quietas y son pasivas. Usó una línea recta para representar el movimiento y una línea ininterrumpida para la inacción. La primera es conocida como Yang y la última como Yin. Este es el origen de Yin Yang.
El Yin simboliza el principio femenino, la luna, el agua, las nubes. El Yang, por su parte, se identifica con el principio masculino, el calor, la luz, la actividad, el color rojo y el sol. El Yin y el Yang se encuentran en diversas proporciones en todo cuanto existe en el universo, predominando siempre uno u otro sobre el contrario. El símbolo Yin y Yang integra a ambos opuestos en un mándala que consta de un círculo, figura geométrica que representa el todo, el equilibrio y la armonía, dividido en dos mitades. La parte oscura representa el Yin y la clara el Yang. Estas superficies de color contrario se integran en el todo. Por otra parte, dos putos en ambas partes, blanco en la negra y negro en la blanca, indican que ambas contienen la semilla de la contraparte. Es el símbolo de la armonía en movimiento.
Yin y Yang son dualidades en pareja. Son opuestas y complementarias. Pero no son absolutas y no pueden existir de manera solicitaría. Representan la noche y el día, lo interno y lo externo, lo alto y lo bajo, hacia adelante y hacia atrás, amable y cruel, amor y odio, justo e injusto, acción e inacción, positivo y negativo, par e impar, real y falso. Son los opuestos que se contradicen, pero que se complementan uno al otro.
De la misma manera nosotros somos seres cuya existencia está marcada por esta dualidad, pues dentro nuestro existe también el principio femenino y masculino, moldeando nuestra actitud, nuestros sentimientos, acciones y comunicación con nuestro entorno y relaciones. Reconocernos como seres duales, es el primer paso para hacer uso consciente de estas energías y procurar mantener el equilibrio dentro de nosotros.
Durante milenios hemos suprimido una o la otra, marcando nuestro destino por generaciones. Hoy es el tiempo de abrazarnos, no se trata de que lo femenino destruya ahora lo masculino, ni que lo masculino siga destruyendo sistemáticamente lo femenino. Se trata más bien de integrar ambas energías desde el poder personal, no el poder que oprime y humilla, sino el poder creativo que nos lleva a reconocernos en el otro.
Vive un estilo de vida 11:11 e integra desde el corazón y no desde la mente, somos Uno.
Conecta con tu Ser. Conecta 11:11
¡Shanti!
MiliZen – www.taller1111.net
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