Nuestros Mayores Temores por Gregg Braden
Primer miedo Universal: Separación y abandono…
Casi de forma universal, en el interior de todos nosotros existe el sentimiento de que estamos solos. En el marco de toda familia y de cada persona hay un sentimiento no expresado de que de alguna manera recóndito de nuestra memoria antigua, que nos trajeron aquí y nos abandonaron sin explicación ni razón alguna.
Desde la literatura hasta el cine, la música y la literatura, distinguimos entre los lugares aquí en la tierra y un cielo distante que está en algún otro lugar. En el occidente, afirmamos la separación de nuestro creador a través de la traducción de la más grandiosa oración de la Biblia que describe esta relación: El Padre Nuestro. Por ejemplo, la traducción occidental más común comienza con: “Padre Nuestro, que estas en el cielo”, reconociendo esta separación. En esta interpretación estamos aquí y Dios en un lugar muy lejano. Sin embargo, los textos originales en arameo, ofrecen una visión muy distinta de nuestra relación con nuestro Padre Celestial. Una traducción de esta misma frase comienza con “Radiante Luz, tu brillas en nuestro interior, en nuestro exterior, incluso la oscuridad brilla cuando la recordamos.” Reforzando la idea de que el Creador no está ni separado ni distante. Más bien la fuerza creativa de nuestro Padre, cualquiera que sea el significado que le demos, no está solamente con nosotros, es nosotros e impregnan todo lo que conocemos como nuestro mundo.
Cuando tenemos miedo en nuestras vidas, incluso si no estamos conscientes de que es exactamente, se crea una distorsión emocional en nuestros cuerpos, una experiencia a menudo descrita como una descarga o un punto sensible. Esto se manifiesta en nuestras vidas como las ideas radicales que tenemos respecto a lo “correcto” o a lo “incorrecto” de una situación o a como “debería” haber funcionado. Nuestras descargas y nuestros puntos sensibles son la promesa de que crearemos las relaciones que nos demostraran cual miedo está pidiendo ser sanado. En otras palabras, estas descargas nos muestran nuestros miedos, en cuanto mayores sean, más profundas los miedos. Y casi nunca se equivocan.
Por lo tanto, si usted no recuerda conscientemente su miedo a la separación y al abandono, por ejemplo, hay grandes posibilidades de que se manifieste en su vida como menos lo espera y durante los momentos más inconvenientes. En sus relaciones amorosas, su profesión y amistades por ejemplo ¿es usted quien “deja” o a quien “deja”?.
¿Es usted siempre el último en darse cuenta que la relación se ha terminado? ¿Matrimonios, trabajos y amistades perfectamente “buenos” parecen derrumbarse ante sus ojos sin advertencia o razón aparente? ¿Se siente devastado cuando estas relaciones se terminan y fracasan?, O quizá usted se encuentre en el otro lado, ¿Siempre deja relaciones, profesiones y amistades en su mejor momento por temor a ser herido?, si esto es así, hay muchas posibilidades de que usted haya creado de forma maestra, una manera socialmente aceptable de enmascarar su miedo más profundo al abandono y la separación.
Al repetir estos patrones en relación tras relación, puede reducir el dolor de sus miedos hasta un nivel soportable. Incluso, puede pasar así toda su vida.
Debemos recordar que las relaciones son nuestra oportunidad de vernos en todas las formas inimaginables. Desde las mayores traiciones a nuestra confianza, hasta los intentos más desesperados de llenar nuestro vacío, todas las personas (incluyendo colegas, compañeros de clases y de vida) nos muestran algo sobre nosotros mismos. Si tenemos la sabiduría de reconocer los mensajes que nos están siendo reflejados, descubrimos las creencias que causan el sufrimiento de nuestras vidas.
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