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Plan Cósmico – Segunda Humanidad

Plan Cósmico – Segunda Humanidad: La Consolidación Hyperbórea

Misión Rahma – Capitulo 7

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Posteriormente, en la era secundaria, millones de años después, llegan a nuestro mundo un grupo de colonos extraterrestres que se van a instalar en la parte norte de Europa y Groenlandia -la mayor isla de la Tierra en la región polar ártica-, fundando así la mítica Hiperbórea, con su capital Tule o Tollán.

Groenlandia, Islandia y las islas de Spitzberg serían los vestigios geológicos de ese fabuloso continente hiperboreal, que disfrutaba de un clima tropical, con una vegetación extraordinaria. Los importantes yacimientos de carbón fósil bajo el hielo de estas islas, demuestran que allí creció hace mucho tiempo una exuberante vegetación. Irónicamente, Groenlandia significa “tierra verde”. Este sería el lugar elegido por los cosmonautas extraterrestres, en donde edificarían una portentosa ciudad que las leyendas, aun hoy en día, recuerdan.

Los Vigilantes de Alfa Centauro

Aquellos visitantes eran viajeros estelares, de la categoría de Guardianes y Vigilantes, altos y corpulentos, de tez blanca y de cabello claro que les caía por detrás de los hombros. Provenían de Alfa Centauro, una de las estrellas más próximas a la Tierra (4.2 años luz), aunque, en realidad, se movilizan continuamente por el espacio visitando pacíficamente los diversos mundos que esgrime nuestro Universo Material.

Precisamente, por la experiencia que poseían en diferentes planetas, llegaron a nuestro planeta, en plena Era Secundaria, para establecer una base temporal que confrontara, como si se tratase de un “test”, cómo una civilización podría adaptarse a un mundo que resultaba impredecible por sus características UR y, también, peligroso, por el mismo hecho de ser inestable y en continua formación.

El Impacto Cósmico y la Extinción Masiva

El problema de los planetas Ur es que como son tan sensibles, tienen una gran fuerza magnética por llamarlo de alguna forma que atrae asteroides, cometas, o aerolitos que pueden fácilmente destruirlos. Y ello fue lo que sucedió.


Un impresionante impacto en la Tierra puso en jaque la vida que hasta entonces se había desarrollado, como los dinosaurios, especie gigante de criaturas que, de haber sobrevivido y en este punto muchos científicos concuerdan millones de años más tarde podrían haber evolucionado a un tipo de vida inteligente, quizá humanoide, pero con aspecto de “reptil”, muy similar a una de las civilizaciones que habitan en Orión. Este detalle, obviamente, no es casual, por cuanto los patrones de vida que se “sembraron” en el planeta, como vimos anteriormente, provenían de la mismísima Nebulosa de Orión.


El accidente cósmico afectó considerablemente la Tierra. Ello habría ocurrido hace unos 65 millones de años; y la huella del espantoso impacto, aun puede apreciarse bajo las aguas, frente a la Península del Yucatán. Según la ciencia, a lo largo de la historia terrestre se han registrado unas 14 destrucciones masivas, y en donde operaron diversos factores que las precipitaron causas biológicas, cambios en la dinámica del planeta, impactos de asteroides pero ninguna fue tan terrible como la que acabamos de mencionar.

Para que tengamos una idea de lo que fue este impacto: El asteroide, de 9.5 kilómetros de diámetro basándonos en los estudios científicos más rigurosos se estrelló a 100.000 kilómetros por hora, liberando una energía equivalente a 100 millones de bombas de hidrógeno. Todo quedó totalmente destruido en 180 kilómetros a la redonda. El impacto pulverizó billones de toneladas de roca que quedaron en suspensión en la atmósfera, impidiendo el paso de la luz solar. Una vez se depositó todo el polvo, el CO2 acumulado en la atmósfera uno de los responsables del efecto invernadero produjo un incremento de temperatura. Los glaciares se derritieron, el nivel de los mares subió y se modificaron los ecosistemas, extinguiéndose una gran cantidad de especies. Se estima que las especies marinas extinguidas alcanzaron un total del 76 por ciento.

Los visitantes de Alfa Centauro, ante este panorama, huyeron, utilizando una especie de puerta interdimensional que hasta hoy en día registra cierta actividad, en el extremo norte del planeta. Sólo unos pocos se quedaron en nuestro mundo, logrando sobrevivir en sus refugios subterráneos. A esta civilización no olvidemos de origen extraterrestre es a la que se refieren las leyendas germánicas como “Hiperborea” o “Asgard”. Y por si fuera poco, el episodio del impacto que hemos detallado y la huida de el mayor grupo de los Vigilantes es recordado, también, por la tradición de los países nórdicos bajo el nombre de “Ragnarok”, que curiosamente significa: “El Ocaso de los Dioses”. Este impacto cósmico que no pudo ser evitado hizo que la Tierra fuera el primer planeta de los ocho seleccionados que fuera desestimado y declarado fuera del plan.

Tiempo después, cuatro de los siete restantes se destruyeron totalmente. No quedó nada de ellos. Por lo tanto restaban solamente tres planetas. Así, los encargados de vigilar el Plan se acordaron de nuestro globo y decidieron regresar dándose cuenta que en la Era Terciaria, la vida se había comenzado a recuperar casi “por sí misma”, basada en la gran fuerza vital que poseía la Tierra.

Continuará…

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