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¿Somos libres?… pero… ¿para entregar nuestro poder personal a otros?

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En la sociedad actual y desde hace ya muchos siglos las mujeres nos hemos visto privadas de nuestra libertad, de palabra, de emitir una opinión, de votar, de ocupar una posición de la cual somos absolutamente merecedoras, de honrar nuestra luna y hasta de amamantar a nuestros hijos en donde sea necesario…. Es más, de menstruar, que es nuestro derecho más íntimo, sin ser atacadas con decenas de comerciales y comentarios que nos urgen a apalear cualquier síntoma con pastillas y toallas sanitarias repletas de químico, es casi imposible hoy en día.

Gracias a Dios y a la Diosa que llevamos dentro, cada día que pasa se acerca el momento en que los seres humanos recuerden el poder que es dentro de nosotros. Sobre todo, cual es el papel del hombre y la mujer en el planeta, cual es el papel de la energía masculina y femenina en el universo.

Sin embargo, dentro de la euforia colectiva por este despertar y reconocimiento de lo femenino, de lo matriztico, del cual yo también soy parte, algo me llama mucho la atención. Muchas mujeres estamos adquiriendo esta libertad de expresión y del Ser, logrando nuestra libertad emocional, dándose cambios a nivel profesional, dejando detrás aquellas labores o profesiones que más que empleos, son cárceles donde mantenemos prisioneras nuestra creatividad, nos convertirnos en emprendedoras. Otras tiene la voluntad para dejar atrás relaciones toxicas o cambiar de pareja. Podemos iniciar la sanación de nuestra linaje materno o paterno; de repente experimentamos esa libertad y no nos damos cuenta de que lo que estamos haciendo es participar en una carrera de relevos….quitamos el palito a nuestra ex pareja, o ex jefe, salimos corriendo victoriosas y se la entregamos al siguiente. Ni bien saboreamos el manjar de ser dueñas de nosotras, de tener un respiro luego del doloroso proceso de separación y vamos campantes, sin pestañar, sumisas, calladas y aceptamos todo tipo de babosadas… ¿Qué nos pasa? ¿Vuelvo a guardar mis criterios profesionales? ¿Vuelvo a dejar a un lado mis prioridades y sentimientos? ¿Qué es lo que realmente quiero? Una vez más estamos allí llenas de excusas y saboteando exquisitamente nuestros planes.

En el  caso más crítico, el de las parejas; la idea no es liberarnos del caballo semental o la yegua madrina para correr a la siguiente manada y buscar lo mismo que tanto nos ha lastimado. Es soltar, para recuperar nuestro poder personal y convertirnos en Mustang, valientes, fuertes, hermosas. Es cabalgar bajo la luna y encontrarnos con nosotras mismas. Primero debemos amarnos y valorarnos; creer en nosotras, estar claras, firmes, dispuestas a pastar y correr al aire libre, solas o en compañía, pero en buena compañía, con alguien que nos respete, que valore nuestros esfuerzos y también se esfuerce, con alguien que se ame a sí mismo y tenga sus sueños, que deje espacio a nuestra individualidad, porque si no es capaz de amarse, respetarse, valorarse y tener sueños, nunca  nos  permitirá tenerlos, pues no nos comprende, ni siquiera sabe que rayos pasa y esto a la larga irá en detrimento de nuestra autoestima y de la relación.

Nos encontraremos nuevamente en la disyuntiva y cansadas de tanto luchar, otra vez entregando lo que somos a quien no lo merece. Aquella persona, que no nos impulse a volar, quien no nos motive y nos tenga presente, quien no nos de nuestro lugar, pero que tampoco tenga ganas de hacer algo por sí mismo, terminara trayendo más decepción a nuestras vidas.

Hay mujeres que estamos hechas para correr solas y esto no tiene que avergonzarnos. A quienes estamos hechas para ser buena compañía y esto no significa que nos debemos un papel o una atadura, a quienes estamos listas para comprometernos  y esto no nos hace más o menos especial. Todo esto, nos hace simplemente lo que somos, Mujeres. Aquí lo importante es, que sea lo que decidamos ser o hacer o no hacer, nunca entreguemos nuestro poder personal, que no perdamos nuestro norte y sigamos el camino de nuestra alma. Recordemos siempre en toda relación de pareja que las cosas pueden ser: …..¡Contigo o sin ti, pero no depende de ti, depende de mí…!

Diosas y Dioses, el poder es dentro de nosotras y nosotros. Que tu felicidad sea porque hiciste lo máximo por ti mismo. Que siempre podamos vivir en común unión con el amor en todas nuestras relaciones.

¡Om Shanti!

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