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Vivir con gentileza

En tiempos antiguos, los iniciados, los buscadores o cualquiera que necesitara orientación se presentaba ante los ancianos del pueblo. Pues ellos entendían los senderos de la mente, había poder en sus palabras, sabiduría, entendimiento. Un entendimiento que provenía de su propia experiencia. Esto los hacía muy certeros en saber lo que hay que decir, cuando y a quien decirlo. Se les honraba por su capacidad para enseñar y por la serenidad que transmitían a todos los que se les acercaban. Sabían que nada existe para aquellos que no interactúan con la existencia y todo está vivo para aquellos que interactúan con la vida. Sabían que todos somos parte de un todo y que la única diferencia entre las personas es su Actitud.

Nuestros ancestros tenían una comunión fluida entre los diferentes reinos de la tierra, una muy en particular, la conexión con el Gran Espíritu de los animales. Aprendieron y entendieron el comportamiento que transmitían nuestros hermanos los animales y de como en toda la creación podemos encontrar cientos de lecciones para aplicar a nuestras vidas.

Apoyándonos en esta sabiduría milenaria, nos gustaría aprovechar este tiempo especial en la que se promueve el amor, la unión y el reencuentro para narrarles esta fábula nativo americana que nos recuerda que el amor incondicional significa dar sin esperar nada a cambio.

Fabula del Ciervo

Por: David Carson. Jamie Sams

“Un día una cervatilla oyó al Gran espíritu llamándolo desde la cumbre de la Montaña Sagrada. El ciervo empezó inmediatamente a seguir el sendero. No sabía que un demonio espantoso guardaba el camino hacia el Tipi del Gran espíritu. Este demonio trataba de impedir a todos los seres de la creación que conectaran con el Gran Espíritu. Quería que todas las criaturas del Gran espíritu sintieran que este no deseaba que le molestaran. Esto hacia que el demonio se sintiera poderoso y capaz de provocarles miedo con su presencia.

La cervatilla no sintió ningún temor cuando se encontró con el demonio. Esto era curioso, porque el demonio era el arquetipo de todos los monstruos horribles que han existido jamás. Respiraba fuego y humo y hacia un sonido espantoso para asustarla. Cualquier criatura normal habría huido o se habría muerto de miedo allí mismo.

Sin embargo la cervatilla le dijo gentilmente al demonio. Por favor, déjame pasar. He venido a ver al Gran espíritu. La mirada del pequeño animal estaba llena de amor y compasión por ese gigantesco demonio bravucón. El demonio estaba asombrado por la ausencia de miedo de la cervatilla, por más que lo intentó, no podía asustarla, porque su amor había penetrado su corazón desagradable y endurecido.

Muy a pesar del demonio, su corazón duro como la piedra empezó a derretirse, y su cuerpo se redujo al tamaño de una nuez. El amor persistente de la cervatilla y su gentileza, habían hecho que el demonio se derritiera. Gracias a esta gentileza y cariño que encarna el ciervo, la senda esta ahora despejada para que todos los hijos del Gran espíritu alancen la Montaña Sagrada sin tener que sentir a los demonios del miedo bloqueando su camino.

El ciervo nos enseña a utilizar el poder de la gentileza, de la amabilidad para tocar los corazones y las mentes de los seres que están heridos, aquellos que tratan de mantenernos alejados de la Montaña Sagrada. Como el moteado de la piel del ciervo, tanto la luz como la oscuridad pueden amarse para crear gentileza y seguridad para quienes buscan la paz.

La medicina del ciervo, te pide dulcemente que encuentres la gentileza del espíritu que sana todas las heridas. Deja de esforzarte tanto en hacer que los demás cambien y ámalos como son. Emplea la amabilidad en tu situación actual, se cálido y amable como la brisa de verano. Esta es tu herramienta para resolver el dilema al que te enfrentas. Si la usas, podrías conectar con la Montaña Sagrada, tu lugar de serenidad y el Gran espíritu te guiará.”

No permitas que te conquisten los miedos, enfrenta tus demonios internos, aquellos que solo muestran lo negativo. No siempre la fuerza es la solución. Quizás no te ames a ti mismo lo suficiente como para sentir tus miedos y soltarlos. Puedes que estés proyectando en otros. Recuerda que el amor es la clave. Lo único que equilibra a la fuerza es el amor y la compasión del Ciervo. Si estás dispuesto a ver amor en ti y en los demás, tus demonios se desvanecerán.

Recuerda que el miedo no puede existir en el mismo lugar en el que reside el amor y la gentileza.

Que todos tus días estén llenos de gentileza, cortesía y tolerancia. Vive un estilo de vida 11:11 y permite que la amabilidad sea un espacio a través del cual el Gran Espíritu se manifieste en nuestras vidas.

Conecta con tu Ser. Conecta 11:11

¡Shanti!

MiliZen

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